La poesía de Luis Palés Matos | Puerto Rico

Luis Palés Matos La Poesía
Luis Palés Matos la poesía de

Poesía de Luis Palés Matos, nacido en Guayama Puerto Rico, escritor, novelista, poeta y periodista. Gran exponente de poesía afroantillana

Arte, Cultura y Entretenimiento | Redacción/ Escrito por Hjalmar Flax  | Visit [a] Autogiro Facebook for more news

Este escrito de mi amigo Hjalmar Flax el cual está presente en su portal de Web (toque text para visitarlo) es reproducido aquí para difundir aún más la obra poética de Pales así Como la del poeta Flax. Incluyo la obra del maestro grabador José R. Alicea. Redacción/ Escrito por Hjalmar Flax | 1 de febrero de 1996 / Presentación en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe

la poesía de luis pales matos | Autogiro Arte Actual | arte contemporáneo
La poesía de luis pales matos | Autogiro Arte Actual | arte contemporáneo

Cuando Mercedes López-Baralt me invitó a compartir con el poeta Edwin Reyes la presentación de su imprescindible tomo, La poesía de Luis Palés Matos: Edición Crítica, me dijo: «Quiero que poetas presenten mi libro. No quiero académicos.» Ahí comprendí la mucha fe que Mercedes tiene, no sólo en la poesía, sino en la amistad: en la suya por Edwin y por mí, en la nuestra por ella, y en la de Edwin y mía, amistad reciente y creciente, donde la poesía importa mucho.

Luis Palés Matos, nacido en 1898 y muerto en 1959, perdurará en su poesía y en sus admiradores porque es un gran poeta, hasta ahora, nuestro único gran poeta. Puedo releer sus mejores poemas sin cansarme de ellos, y siento, cada vez que a ellos vuelvo, la emoción y la frescura que sentí hace más de veinticinco años, cuando leí a Palés detenidamente por primera vez. Mi esperanza es que con el pasar del tiempo nuestro mayor poeta tenga más popularidad, aunque sé que Palés, por su densidad, estilo y temática, es poeta de minorías.

Hace bastante tiempo me di cuenta de que la sabiduría de los pueblos se encuentra en sus grandes artistas y, para mí, alcanza su mejor expresión en sus grandes poetas. El concepto del artista como un ser enajenado, loco, soñador, etc., entretiene a quienes nunca han entendido lo que es el arte. A la menor provocación se repite en boca de quien cree que dice algo ingenioso, la frase boba: «De músicos, poetas y locos todos tenemos un poco.» De igual manera se acostumbra decir de cualquiera que es «un gran poeta», como si se le hiciese un favor. Por eso, cuando yo digo gran poeta, dispenso el adjetivo, en mayúsculas y subrayado, con la mayor seriedad y admiración, porque ese adjetivo nunca va en minúsculas y sin subrayar. No hay ni ha habido en el mundo muchos grandes poetas.

William Carlos Williams, el gran poeta, cuentista, novelista, ensayista, y dramaturgo norteamericano, de madre puertorriqueña, uno de los creadores del inglés literario contemporáneo, en una nota introductoria a su traducción del poema de Palés, Preludio en Boricua, escribió en 1941 lo siguiente:

«Luis Palés Matos is a Puerto Rican, probably one of the most important poets of all Latin America today –though many would contest this from a conventional point of view.»

[Luis Palés Matos es un puertorriqueño, en este momento, probablemente uno de los poetas más importantes de toda la América Latina — aunque muchos no estarían de acuerdo desde un enfoque convencional.]

En 1932, durante una entrevista que le hizo la periodista Angela Negrón Muñoz, publicada en El Mundo, Palés dijo lo siguiente:

«El negro vive física y espiritualmente con nosotros y sus características, tamizadas en el mulato, influyen de modo evidente en todas las manifestaciones de nuestra vida popular.»

Decir esto y sostenerlo públicamente fue una hazaña notable, porque en ese momento y por casi tres décadas, la hispanofilia montada en Babieca y Rocinante era piedra de toque de nuestros intelectuales, educadores y escritores. Esta hazaña de acertada valentía se debe a que Palés, como todo gran poeta, poseía el ineludible don de ver claramente su realidad, y no la imaginada, ni la deseada. Hemingway, ese maestro del directo decir, decía que todo escritor debe poseer un «crap detector», o sea, la capacidad de «separar el grano de la paja», que no es otra cosa que superar la adolescencia. La entrevista con la periodista Negrón Muñoz revela que Palés poseía un «crap detector» poderoso y que superó la adolescencia.

Por ser gran poeta, Palés no sólo supo ver y comprender su realidad, sino que entendió la necesidad de desentender su poesía de lo inmediato inconsecuente, de las cegueras y miopías de los afiladores de hachas de todo tipo (políticas, sociales, religiosas, culturales, literarias . . .) Palés, en su poesía, no polemizó opiniones culturales y sociales, ni abrazó ideologías. Por ser un gran poeta ubicado en su momento, sabía que sólo en lo específico y lo particular de su realidad encontraría la esencia de lo general y lo universal, los versos que lo transportarían al universo de LA POESÍA con mayúsculas. Sabía que montado en babiecas, rocinantes, jaquitas bayas, o cisnes, jamás se acercaría a esa POESÍA, que es, para mí, la única que vale la pena. Sabía que en su realidad puertorriqueña, Guayamesa, urbana, y no en la musaraña de pureza hispánica, yacía el universo de esa POESÍA. Sabía que para armar esa nave espacial necesitaba palabras vivas, que halló en el español hablado por su pueblo, y no en la imitación de escritores españoles, o peor, en el que ensayaban nuestras clases instruidas y dirigentes, y que, en su poema Canción festiva para ser llorada, calificó como «las frases de natilla» y el «idioma blando y chorreoso» de la «aristocracia de dril», que se preciaba de hablar en castellano.

En su prólogo a su libro bilingüe de traducciones de poemas de Palés, Selected Poetry of Luis Palés Matos, pronto a publicarse, refiriéndose a la citada caracterización que hace Palés en Canción festiva para ser llorada, del castellano que habla nuestra aristocracia de dril, Julio Marzán escribe:

«In contrast to that cultural, «respectable» Spanish, the historically marginalized black consciousness spoke with a different kind of ambiguity, a poetry of bluntness that flourished in the island’s most original music / dance forms («plena» and «bomba») and among the predominant poorer population, white and black. . . . This multicultural Boricua Spanish, charged with African-derived words, informed his culture’s true identity and offered Palés new rhythms, fresh imagery, and openness to nakedly see his culture in its true American context.»

[«En contraste con ese español culto y «respetable», la conciencia negra, marginada en la historia, se expresaba con una ambigüedad diferente, con una poesía brusca y directa que florecía en la música y bailes más originales de la isla (plena y bomba) entre la predominante población más pobre, tanto blanca como negra. . . . Este español boricua y multicultural, cargado de vocablos derivados de lenguas africanas, expresó la verdadera identidad de su cultura y le ofreció a Palés ritmos nuevos, metáforas frescas, y la libertad para percibir su cultura desnudamente en su verdadero contexto americano.»]

En su importante libro, publicado en 1995, The Numinous Site: the Poetry of Luis Palés Matos, [El lugar del numen: la poesía de Luis Palés Matos] un estudio abarcador de la poesía de Palés, Julio Marzán escribe lo siguiente:

«. . . Palés contributed to Latin American poetry a stylistic mulatez that, consistent with his Afro-Antillean theme, combined «white» poetic structures with «black» unconventional humor, social satire, drumbeat rhythms, and most important, an unprestigiuos, African-derived vocabulary. That enriched Spanish, according to Palés, characterized his society, even its literate speech, giving the island a unique Caribbean identity. This is the language his prefatory poem «Preludio en Boricua» proclaims and celebrates as the language of his book of Afro-Antillean poems.»

[«. . . Palés contribuyó a la poesía Latinoamericana una mulatez estilística que, a tono con su tema afro-antillano, unió estructuras poéticas «blancas» con el humor «negro» no convencional, sátira social, ritmos de tambor, y, más importante, con el vocabulario poco prestigioso derivado de las lenguas africanas. Según Palés, ese idioma español enriquecido era característico de su sociedad, aún de su lenguaje literario, y le daba a la isla su identidad caribeña única. Éste es el lenguaje que su poema introductorio, Preludio en Boricua, proclama y celebra como el lenguaje de su libro de poemas afro-antillanos.»]

A Palés no le interesó reproducir el lenguaje hablado, tal y como se escuchaba en la calle. Quien lo ha leído sabe que, salvo en ocho poemas menores escritos antes de 1925, a Palés no le interesó reproducir el lenguaje popular, como lo hacía Nicolás Guillén con el habla del negro cubano y Luis Lloréns Torres con el habla del jíbaro.

Palés transmutó el español hablado en Puerto Rico en un poderoso lenguaje poético culto. Lenguaje que Palés empleó no sólo en Tun tun de pasa y grifería, donde es obvio, pero en otros grandes poemas, como en los de Filí Melé, en tanto y cuanto la sensualidad del lenguaje, los juegos de palabras, las aliteraciones, los ritmos, y las metáforas fuertes y antipoéticas. Lenguaje que no se entendía a cabalidad, quizás por la negación institucionalizada de la influencia africana en nuestra cultura que, durante la vida de Palés y casi hasta nuestros días, fue dogma.

Señala Mercedes en su prólogo un ejemplo conocido y contundente: Rafael Hernández, el músico, nuestro más reconocido compositor popular, y negro por demás, dice en su conocida canción Preciosa, que Puerto Rico tiene «la noble hidalguía de la madre España» y también «el fiero cantío del indio bravío», a pesar de que el tirano lo trate con «negra maldad». En la patriótica canción de Hernández, publicada en 1948, 16 años después de la citada declaración de Palés a la periodista Negrón Muñoz, el negro como raíz cultural fue suplantado por un genérico indio, y sólo aparece como adjetivo peyorativo. Esto, cuando los casi inexistentes rasgos genealógicos de nuestro primitivo y hace siglos exterminado indio taíno son oscura materia antropológica y su importancia en nuestra cultura actual, con la excepción un puñado de deliciosos vocablos, es insignificante.

En su ensayo publicado en 1973, Palés y su trasmundo poético, el amigo con quien Palés, de joven, embelequeó el fallido movimiento poético «diepalismo», José I. De Diego Padró, se refiere al negro [cito] como «ganado de importación», para más adelante decir que en la confrontación de dos culturas, [cito] «una superior y una inferior», la cultura negra «fue debilitándose, como es natural». Sigue diciendo [cito] «el negro adoptó y [se] asimiló a las mil maravillas de la cultura que nos vino de Occidente»; y «el hombre blanco, el descendiente de tronco ibérico, conservó en toda su integridad las líneas generales de su cultura», sólo adaptándose «al medio tropical».

De Diego Padró, a pesar de las muchas horas de conversación que sin duda tuvo con su joven amigo, jamás entendió la poesía de Palés. Dijo en ese revelador ensayo:

«Siendo Palés como era, un introverso, un esquizoide, un habitante de su Goglia fantástica, su poesía era casi toda exterior, de superficie, de forma.»

Malentendido, aunque reconocido durante su vida como poeta notable, luego de su muerte, durante las décadas de los sesenta y los setenta, Palés fue víctima de equivocada desvalorización e injustos ataques por el entonces importantísimo y casi hegemónico grupo de jóvenes poetas, «Guajana«. Esto contribuyó a reafirmar entre poetas y lectores de poesía, jóvenes y no tan jóvenes, ya acostumbrados a nuestros fáciles folklóricos, telúricos, y sobretodo patrióticos poetas, que Palés no valía la pena, que Palés era un enajenado de la realidad puertorriqueña. Y fue de igual manera atacado y desvalorado en ese momento por poetas ya maduros, simpatizantes de «Guajana», cuyos intereses ideológicos opacaron su entendimiento poético.

En su antología Poesía nueva puertorriqueña, publicada en 1971, Luis Antonio Rosario Quiles, vocero del Grupo Guajana, asevera que Palés «es pura forma sin contenido». Rosario Quiles tampoco entendió a Palés.

Señalo estos ejemplos, no con la intención de menospreciar a Rafael Hernández, exitoso compositor popular, ni a De Diego Padró, aunque se lo merezca por racista y denso, ni a nadie, ni aún porque interese reivindicar al negro, pues otros lo han hecho y lo están haciendo mucho mejor de lo que yo pudiera. Lo digo con la intención de destacar el valor y la lucidez de Palés, y de paso señalar que la capacidad puertorriqueña para negar su realidad no es nada nuevo. 

Más recientemente, la creciente consciencia feminista puertorriqueña encuentra, acertadamente, elementos machistas en la poesía de Palés. Eso les basta para que no les interese leerlo. Una lectura pausada y pensada de la poesía de Palés, revela que el poeta utiliza el convencionalismo romántico de personificación femenina de la musa poética. Ni Tembandumba, ni Filí Melé son mujeres de carne y hueso, sino la poesía misma. Quien lea Majestad negra, La búsqueda asesina y Puerta al tiempo en tres voces pensando que Tembandumba o Filí Melé son mujeres de carne y hueso, se pierde los poemas.

Esta confusión ocurre porque Palés utiliza el tono amoroso, pero sobretodo, sensual y sexual, que identificamos con el amor carnal, para referirse a la musa poética, a la poesía misma. En La Búsqueda Asesina dice el poeta refiriéndose a Filí Melé:

«. . . tenso afán de tenerte y penetrarte
mi amor ya no fue amor para quererte,
era viento de sangre para ahogarte,
red de oscura pasión para tenerte.
¡Oh lirio, oh pan de luz, oh siderado
copo de espuma virgen que con fiero
y súbito ademán hube tronchado!
¿Cómo volverte a tu fulgor primero?»

Esta pregunta retórica requeriría una Celestina muy especial: capaz de restaurarle el virgo (en sentido figurado), a la poesía (en sentido literal).

A través de toda su obra, Palés trabaja la idea romántica de que la poesía es algo puro, virgen, inmaculado, que el destino del poeta es alcanzar y poseer la poesía, pero al llegar a alcanzarla y poseerla se da la paradoja: la poesía desaparece porque deja de ser pura, virgen, e inmaculada. Este es uno de los temas o ideas importantes, por recurrentes, en la poesía de Palés. Por eso los títulos: La búsqueda asesina, y La caza inútil.

En Majestad Negra, otro ejemplo de envergadura, dice el poeta refiriéndose a Tembandumba:

Culipandeando la Reina avanza,
y de su inmensa grupa resbalan
meneos cachondos que el gongo cuaja
en ríos de azúcar y de melaza.
Prieto trapiche de sensual zafra,
el caderamen, masa con masa,
exprime ritmos, suda que sangra,
y la molienda culmina en danza.

Que Tembandumba y Filé Melé sean «la poesía» y no «mujeres», no debiera confundir a puertorriqueños, tan acostumbrados a mentar cosas o conceptos con palabras que usualmente se refieren a personas. Por ejemplo: al oir las palabras «échame gasolina, o cámbiame el aceite», sabemos que se refieren al automóvil de quien las dice y no a quien las dice. O, para elevar el ejemplo, recordemos cuántos poemas se han escrito que hablan de la patria como si fuese una mujer. Recordemos la famosa canción Verde Luz, donde Antonio Cabán Vale dice: «Isla doncella quiero tener». El mismo equívoco ha sufrido y sigue sufriendo Gustavo Adolfo Bécquer: muchos piensan que Cendal flotante de leve bruma, poema asesinado a ritmo de danza, se refiere a una mujer.

Palés fue y sigue siendo, el más grande y (quizás por eso mismo) el más puertorriqueño de nuestros poetas, no sólo por su madrugadora conciencia cultural y social, sino por haber creado con el español boricua popular un poderoso lenguaje poético culto, y porque comparte con otros grandes poetas la capacidad crear un lenguaje poético propio y con ese lenguaje escribir gran poesía.

Palés siempre fue poeta, y la poesía fue su principal ocupación y preocupación. Por eso somos afortunados y debemos estarle agradecidos. Nadie se acerque a la obra de Palés buscando otra cosa que no sea gran poesía en sus mejores poemas y promesa de gran poesía en los demás. Nadie se acerque a la poesía de Palés, ni a ninguna gran poesía, confiado en que sabe de poesía porque se sabe de memoria una décima de Lloréns, ha leído A Laura o En la brecha de José de Diego, ha oído a recitar en año viejo El Brindis del Bohemio, o se acuerda de algunos versos de Amado Nervo y de José Angel Buesa. Nadie se acerque a la poesía de Palés, ni a ninguna gran poesía, con la equivocada creencia de que le será fácil abarcarla y que no le requiere saber leer, haber leído y aprendido a distinguir la mala poesía de la buena poesía y la buena poesía de la gran poesía.

El libro de Mercedes facilita mucho ese acercamiento. También lo permitió en menor grado el libro de Federico de Onís y, en mayor grado que el de Onís, los dos de Margot Arce.

Sin embargo, el libro de Mercedes parece ser el libro definitivo para acercarse sin excusas a la poesía de Palés. Ya no es necesario recurrir a diccionarios o enciclopedias para descubrir quién es «Numa Pompilio», o «papaluá», qué es «sinovia», «calabó», «alhucema», o «junjún», o dónde está «Kalahari» o «Fernando Póo». Permite ver la evolución de Palés a través del tiempo pues ordena los poemas cronológicamente, éditos e inéditos, entre todos los que Mercedes pudo recuperar, y permite ver la evolución de un mismo poema, pues escoge una versión definitiva del poema y señala todas las variantes que pudo encontrar. Esto, con frecuencia, muestra al poeta buscando el tono y la precisión.

En el segundo poema que aparece en el libro, «Sic Ego», cobro conciencia de que Palés escribió este poema en o antes de los 17 años, y me detengo en él, ya que la primera vez que lo leí no me impresionó porque, como me señaló mi amigo José Luis Vega, se basa en conceptos teosofistas y de reencarnación, conceptos que yo no manejo y que tuvieron alguna influencia en la primera poesía de Palés. Pero, visto en su cronología, este poema, escrito en eneasílabos, el verso más difícil, revela la promesa de un gran poeta en una poderosa metáfora: la persona del poema «chupa en la llaga del ocaso / el vino rancio del dolor». Palés convierte al sol poniente en la llaga del ocaso.

Sale el libro de Mercedes en un momento necesario y conveniente. En un momento, coincidental y clave, cuando aumenta la toma de conciencia sobre Palés luego de largos periodos de incomprensión y desvalorización. En 1995 el poeta Edwin Reyes estrenó dos documentales, uno sobre Palés y otro donde figura Palés. También, como ya he señalado, ese mismo año se publicó en Estados Unidos el libro de Julio Marzán, The Numinous Site: the Poetry of Luis Palés Matos.

Además del monumental esfuerzo de recopilación de variantes de poemas y su diestra colocación en los márgenes interiores, de la erudición de las centenares de notas al calce, y del rescate de una veintena de poemas inéditos, el libro de Mercedes tiene un prólogo suyo, conciso y sustantivo, que abre las puertas del mundo poético de Palés, no sólo a nuevos lectores sino también a los viejos lectores.

Contiene, también, otros prólogos: 1) el de Manuel A. Martínez Dávila de la primera edición de Azaleas [1915]; 2) el de Eugenio Astol de la primera edición de El palacio en sombras [1919]; 3) el de Ángel Valbuena Prat de la primera edición de Tun tun de pasa y grifería [1937]; 4) el de Jaime Benítez de la segunda edición de Tun tun … [1950]; y el de la propia Mercedes de la tercera edición de Tun tun … [1993]. Incluye también la primera reseña de Tun tun … escrita por Antonio Colorado y publicada en 1937 en el periódico El Imparcial. Podemos apreciar aciertos y desaciertos de estos señores, cada cual en su momento, todos conscientes de que estaban ante un gran poeta, pero incómodos algunos con una poesía que al parecer no entendían del todo.

Lo que queda de un poeta son sus poemas; termina por convertirse en ellos, y sólo en ellos vive. Hasta hace poco pensaba que eso era todo. Pero conversando con Edwin Reyes, Julio Marzán, José Luis Vega, Mercedes López Baralt, Pío Serrano y otros pocos, he tenido la sensación de que Palés es algo más que sus poemas, como si viviese aún, de alguna manera, fuera de sus poemas. Esto me parecía contradictorio, paradójico, hasta que dí con el poema In Memory of W. B. Yeats de otro gran poeta, W. H. Auden. Dice Auden en un momento de ese poema: «The death of the poet was kept from his poems.»; y luego dice: » . . . he became his admirers». Me dí cuenta entonces de que ambas posibilidades coexisten cuando se trata de un gran poeta: Palés se ha convertido en sus poemas y allí vive, y además se ha convertido en sus admiradores donde también está vivo.

Muchas gracias.
Hjalmar Flax
1 de febrero de 1996

La poesía de Luis Palés Matos: Edición crítica, de Mercedes López-Baralt

Luis Palés Matos comenzó en la poesía a temprana edad (17 años)  es mejor conocido por su poesía negra o el verso negro, visión de la cultura negra puertorriqueña integrada dentro de la originalidad de su obra de sonidos armoniosos

Durante marzo del año entrante (2016 ) se le estará rindiendo homenaje en el Congreso Internacional de la Lengua Española a celebrarse en Puerto Rico.

Datos

  1. Escritor, novelista, poeta y periodista puertorriqueño.
  2. Nació el 20 de marzo de 1898 en Guayama, Puerto Rico123.( 23 de febrero de 1959)
  3. Sus padres, Vicente Palés Anés y Consuelo Matos Vicil, eran ambos poetas de la escuela romántica123.
  4. Publicó su primer libro de poemas, Azaleas, a los 16 años, bajo la influencia del modernismo de Rubén Darío y Leopoldo Lugones12.
  5. Fue autodidacta y trabajó en diversos oficios, como ayudante de abogado, maestro rural, periodista, editor, cartero y funcionario público123.
  6. Fundó la Revista de Indias junto a su amigo Luis Muñoz Marín, quien luego sería el primer gobernador electo de Puerto Rico1.
  7. Se casó dos veces: con Natividad Suliveres, con quien tuvo un hijo, y con Consuelo Sáez Burgos, con quien tuvo tres hijos2.
  8. Fue un orador político que defendió la independencia de Puerto Rico y colaboró con la Alianza Puertorriqueña en la década de 192024.
  9. Junto a José Isaac de Diego Padró, creó el diepalismo, un movimiento vanguardista que se basaba en la sonoridad y la onomatopeya de los versos123.
  10. Se destacó como uno de los máximos exponentes de la poesía negrista o afroantillana, que celebraba la cultura y la estética africana en el Caribe123.
  11. Su obra más famosa es Tuntún de pasa y grifería (1937), que obtuvo el primer premio del Instituto de Literatura Puertorriqueña y fue traducida a varios idiomas123.
  12. En 1950 visitó Nueva York y recibió varios homenajes y reconocimientos por su labor literaria, entre ellos el del Instituto Hispánico de la Universidad de Columbia2.
  13. En 1954 se publicó su primera antología poética, realizada por Federico de Onís, que abarcaba su producción desde 1915 hasta 19562.
  14. Murió el 23 de febrero de 1959 en Santurce, Puerto Rico, a causa de un cáncer hepático123.

Se pueden incluir imágenes de perfiles en Facebook, la red y otros medios. son utilizadas para ampliar la experiencia del lector. Javier Martínez  es artista multidisciplinario de Puerto Rico

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Javier Martínez/artista multidisciplinario de Puerto Rico | Visite @javiermartinezarte en Instagram

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