El artista de música social visita lugares que le formaron y da acceso a su hogar en el documental Yo No Me Llamo Rubén Blades, ahora sabemos que colecciona Comics

Arte Cultura y Entretenimiento | Redacción/ Escrito por Javier Martínez | Visit [a] Autogiro Facebook

El documental Yo No Me Llamo Ruben Blades parece hacer eco con la obra de Magritte esto no es una pipa, pintura que al igual que el documental intenta derribar preconcepciones de lo que creemos conocer del artista y de otra manera hace un homenaje a la gran labor compositiva y de letras, destacando en su título una afirmación contraria, pues quien no «conoce» en el mundo del arte, a la personalidad y obra de Rubén Blades.

Y lo decimos no tan solo por su legado en la música popular o en la social de conciencia, pero se ha destacado también en el cine lo que lleva a todo aquel que se dedique a lo visual a estar en algún momento en contacto con su visión creativa.

Pero este post no es para hablar acerca de los méritos de Yo No Me Llamo Ruben Blades, que son varios y que deben procurar observar, pues en él documento se visitan los lugares que hicieron al artista, ya sean en Panamá, New York o Puerto Rico y a su vez podemos conocer interioridades, anécdotas con otros artistas, sus creaciones y a quien le brinda respetos. Pero nuestra mirada y sonrisa se amplió cuando al minuto dieciséis (16:00) del documental, Blades nos muestra su cuarto de «trofeos» o sus pasatiempos, descubriendo que es un coleccionista de historietas y juguetes.

Es así que vemos al músico subiendo al tercer piso de su hogar en la ciudad de New York, comienza hablar y mostrar un libro de 1855, precedente del cómic, el cual lleva como título The Wonderful and Amusing Doings by Land and Sea of Oscar Shanghai, nos explica que es un antecedente del cómic moderno. curiosamente encontramos la imagen y la compartimos arriba y entendemos que es el mismo que Rubén posee, pues las manchas y escritos en portada corresponden a esta edición vendida en subasta en el año 2014 por Heritage Auctions.

Luego toma de una repisa un comic de Gasper y nos indica que es el primer Gasparin, es entonces que el entrevistador le pregunta hace cuanto tiempo comenzastes a coleccionar? y Blades le contesta: «Desde cuando era chiquillo, pelado en Panamá, fui comprando poco a poco, cambiando, ese ( el de Gasper) me lo regalaron…y mi mama termino votando todo eso…eje, porque había demasiado, como se llama, chinches ( insectos o porquerías? no sabemos el término ) en la casa.

Blades debe de tener miles de cómics algunas de las series que se aprecian son ediciones de los años cincuenta como Modern Comics #102 de octubre de 1950, The Marvel Family # 88 con Shazam o Master Comics #133 de 1953

En un momento Rubén describe la canción de Pedro Navaja como un cómic, en los cuales cada estrofa se puede ver como un cuadro de historieta.

El artista indica que esa habitación y sus objetos lo transportan a su niñez y adolescencia, le brindan tranquilidad, mientras los cataloga se le quita cualquier preocupación o presión, para todo nosotros los amantes del arte secuencial, es una declaración de amor a un medio que por mucho tiempo no fue valorado, pero que algunos como Blades, este que escribe y ustedes que nos leen, siempre han apreciado.

Se pueden incluir imágenes de perfiles en Facebook, la red y otros medios. son utilizadas para ampliar la experiencia del lector. Javier Martínez  es artista multidisciplinario de Puerto Rico