Ante el pesimismo mundial que nos afecta y distribuido en las redes, preguntamos ¿Debe el arte animarnos y alejarnos del pesimismo?

No hay que preguntar, lo puedes ver en el rostro de tus amigos, de los desconocidos en la calle y de los muros de tus contactos en la red de facebook, el mundo está patas arriba y nos da de golpe en la cara creando un sentimiento pesimista.

Algunos dirán que es parte del cambio de paradigma ( industrialización, capitalismo, digital) otros dirán que ahora los pensamientos se pueden escuchar y leer en voz alta por miles y miles, otros comentan que hay que enfocarse en los positivo.

Todas las anteriores parece ser la respuesta y más. comencé a escribir este escrito por como me sentia y luego de leer al artista español Francisco Arroyo Ceballos decir

«El arte ahora mismo está de bajón. Y el reflejo social, al ser pesimista, pues el arte debería ser lo contrario, intentar animar la situación. Ésa sería la misión. Animar el contexto social»

Y yo les pregunto ¿debe ser así ? ¿Debemos con nuestro arte intentar ampliar el ánimo, engrandecer el espíritu y recargar a esos ciudadanos molidos por la angustia del mundo? o es imposible sentar las pautas e influencias que tuvieron grandes movimientos que ahora seguimos en el arte como el impresionismo, el DADa o el surrealismo. ¿Acaso es mucho pedir un poco de luz en el paisaje gris?

Lo es, pero es definitivo que nos compete el derecho a pedirlo y añorar, es válido y depende de aquellos que lean y decidan hacer suyo ese mensaje esperanzador y si no, pues continuamos haciendo arte, no queda de otras.