Muere Wayne Thiebaud, la dulzura literal hecha pintura
Wayne Thiebaud, quien sus coloridas pinturas representan objetos comunes de dulzura literal muere a los 101 años en Sacramento, California
Arte Cultura y Entretenimiento | Redacción/ Escrito por Javier Martínez | Visit [a] Autogiro Facebook
Wayne Thiebaud (1920 a dic. 25, 2021) ha fallecido a los 101 años, el pintor de la vida cotidiana norteamericana, la mas dulce literalmente por sus pasteles, donas, conos de helado en corriente Pop desde los años sesenta, y a pesar de que fue un retratista, paisajista, pintor completo, es esa obra que se decanta con los colores pastel, entramados de feria y la tactilidad deliciosa de los postres la que creo su sello de reconocimiento, una dulzura literal.
Thiebaud nació en Arizona, estado que alberga el gran cañón, ese grabado en piedra creado por el Rio Colorado, una atracción o parque natural que imaginamos que Thiebaud presenció en muchas ocasiones, tal vez de esa contemplación que soñamos surgió su mirada absorta a los bizcochos, vitrinas, maquinas de chicles y postres dulces que obsesivamente cultivo en su pintura desde principio de los años sesenta, aunque es justo decir que el artista laboró en restaurantes (Mile High and Red Hot) y en periódicos, que pudieron moldear su visión. Pero no me crean lo del Grand Canyon, en el natural inglés, es tan solo un ensoñación mental pues el artista nació por esas tierras pero su madre se traslado al año de su nacimiento al sur de California, donde debio crecer.
Criado en una familia religiosa (mormones) era al parecer una persona afable, modesta que por casualidad del destino conoció y se hizo amigo en los sesenta en New york de los pintores que ya dominaban y los que en futuro serian referencia absoluta de la escena del arte pop, como Willem de Kooning (y su esposa Elaine), Franz Kline y de ser influenciado por Robert Rauschenberg y Jasper Johns, su experimentación con estas formas geométricas en forma de dulces, donas, pasteles y entramados de feria que plasman de inmediato una sonrisa en el espectador y salivación esperada.
En el 1962 en New York su obra es incluida en dos exposiciones que catapultaron el Pop Art, entre ellas la conocida «New Painting of Common Objects , Thiebaud ya había expuesto en California sin mover las aguas del río, algunos dicen que su obra ya presentaba características del arte pop antes que algunas de las figuras claves del movimiento, dejando abierta una puerta de que fue mas influenciador de lo que aparenta, de ejemplo abajo pueden ver su óleo en tela Electric Chair de 1957, esto antes que en 1963-64 una de las figuras mas productivas del Pop Art Andy Warhol tocara el tema en sus Death and Disaster series. Pero sabemos que el mundo del arte esta repleto de talentos que experimentan, hacen entrada, desaparecen y otros son los que recogen los frutos, por perseverancia, suerte o talento.
En Wayne Thiebaud podemos tal vez ver el dilema del pintor que ama pintar, pues por sus pinturas iniciales o posteriores de las que lo hicieron famoso sabemos que conocía su oficio, pero que estar en la explosión de un movimiento y que una experimentación lo catapultará a la fama y a poder vivir de su arte a la edad de cuarenta y dos años es una oportunidad que no se puede dejar pasar, así que se asentó en esa dulce temática. Continuo toda su vida creando estas dulzuras por las cual hoy le conocemos y reconocemos, sin embargo esas otras pinturas que reflejan la influencia de otros maestros como de Kooning, Diebenkorn o Edward Hopper, algunos mencionan a Sorolla y Morandi, tambien nos cautivan, como su Hillside de 1963, que si no nos avisan confundimos con de Kooning.
En entrevista dijo una vez que saltar al postre no era una “buena idea para un pintor respetable” y en esta otra cita vemos lo de amar pintar y la obsesivo del artista al decir “Simplemente, no podía para de pintarlos”, podemos estar de acuerdo pues esa sensación matérica, tridimensional de objetos que parecen juguetes en nuestra mente, que sugieren a nuestro cerebro el gozo y dulzor de la felicidad, esa faena debe ser intoxicante al conseguir que funcionen en composición, entramado, color y presencia.
Tuvo una larga vida (101 años), perduró la muerte de su esposa, de su galerista de toda la vida hasta la de su hijo, quien era un marchante del arte quien se encargó de sus piezas al morir su amigo Allan Stone, con reconocimientos y hasta ver sus pinturas alcanzar los millones en subastas. Pero aun me resta conocer la obra de Thiebaud de sus inicios, la de sus internados en Disney, su labor como caricaturista y diseñador en New York y su rol como profesor, parece que durante su vocación de vida, el arte, probó todos los postres sobre la mesa, al escribir esta nota acerca de su fallecimiento me dado la dicha de conocer la obra de un maestro artista, mas profundo o complejo de lo que el mercado del arte dio a conocer.
Algunos Reportajes
Se pueden incluir imágenes de perfiles en Facebook, la red y otros medios. son utilizadas para ampliar la experiencia del lector. Javier Martínez es artista multidisciplinario de Puerto Rico