La imagen que nos toca
Constantemente en el mundo surgen tragedias. La imagen de estas, habitan y trastocan nuestra sensibilidad
Reciente en las redes sociales nos hemos topado con fotos de niños muertos a orillas de una playa. Fotos que nos impactan por lo trágico de la situación de la emigración Palestina y de Siria. Estas imágenes nos concientizan pero provocan un revoltijo de emociones en nuestra mente. Para empezar son niños muertos, esas imágenes regularmente no se nos presentan pues las noticias fluyen desde hace unos años en censurar en acuerdo ciertas imágenes relacionadas con los menores de edad, para protegerlos, para protegernos. Esas fotos mostrando a cada niño con sus ropas de colores intensos, inocentemente quietos en medio de la noche, tal cual como los deposito el mar a la orilla, nos narran una historia difícil de procesar.
Cada semana tenemos una dosis de circunstancias distintas en el mundo que nos ofenden, entristecen y deprimen. Así también tenemos miligramos de notas positivas y encantadoras. En estos tiempos es muy difícil evitarlas, saltarlas, pues se te presentan no tan solo en los diarios o noticias si no en las redes que surgieron como una manera de estar en contacto o en socialización pero que se transformaron en una plaza publica, voraz, que como montaña Rusa te imparte emociones pasivas e intensas.
Decapitaciones, explosiones, terrorismo, todas se nos proveen con fotos, videos o descripciones textuales que llevan a crear la imagen visual. como me sucedió hace poco con el asesinato del arqueólogo sirio Khaled al-Asaad, custodio y estudioso de muchas de las estructuras milenarias en Palmira y que después de estar detenido para sacarle información fue amarrado a un poste y su cabeza cercenada dejada a sus pies.
Es difícil imaginarnos donde estaremos como sociedad en unos cuantos años con los avances tecnológicos de los pasados veinte años y cual será el papel del arte en todo ello. Algunos dirán que su rol sigue siendo el mismo, en el fondo, pero es tan difícil verlo y escucharlo entre tanto ruido.
